Un grupo de universitarios residentes en la ciudad de Bogotá, con exalumnos de la ciudad de Villavicencio, vivimos una experiencia enriquecedora con personas acogedoras del barrio Ciudad Porfía en la capital del Meta, y Guamal, distante a tan sólo 45 minutos del anterior sitio. Durante una semana tuvimos la oportunidad de relacionarnos con los niños y jóvenes de la comunidad. Cada misionero estaba situado en un sector diferente por lo que cada uno vivió una experiencia distinta aunque coincidimos en una vivencia común.
El objetivo de este campo misión era poder compartir con las familias de los barrios y las parroquias (N.S. de los Dolores y San Isidro Labrador) y compartir la experiencia de pasión muerte y resurrección del Señor, con el apoyo de los sacerdotes que acompañan y animan estas dos comunidades, Padres Duberney Basto y Fernando Castrillón. Para los 14 misioneros fue una experiencia maravillosa que ofrece una visión distinta del mundo, es un espacio donde nos podemos apartar de la realidad cotidiana y adentrarnos en un contexto distinto con personas que viven en condiciones socioeconómicas diferentes.
Cuando se tiene la oportunidad de convivir con personas que llevan un estilo de vida más sencillo, puedes apreciar como sus lazos familiares son más fuertes, su generosidad al recibirnos y acogernos fue infinitamente amplia, para nosotros ese cercanía con las familias y su afecto son una revelación del rostro de Jesús resucitado. Compartir estos momentos con cada una de estas personas, llena de sentido nuestra labor, pequeños detalles que alimentan y ayudan a saber la razón de una misión. Llegar a compartir sus vidas, aunque sea por tan poco tiempo, y ver la confianza con que nos reciben y comparten sus experiencias con nosotros, sin conocernos, hace que en esta se viva un ambiente de familiaridad que resulta reconfortante
Finalmente, creo que todos los misioneros queremos agradecerle a los niños, jóvenes, a los párrocos y a las comunidades en general, por permitirnos compartir con ellos y aprender tanto de su sencillez y bondad. Damos un especial abrazo al Hno. Tiberio Giraldo, que desde su cercanía y apoyo acompañó en Ciudad porfía nuestra labor.
Con aprecio,
Natalia Alfonso
Exalumna Col. San José de Armenia.
Nota: Nos alegramos y celebramos la Pascua unidos de corazón con los otros 32 misioneros Universitarios y formandos Maristas, que acompañaron en la zona centro junto con el Hno José Alberto Quintero a las comunidades de Arauca, Belalcazar y Riosucio, Caldas .