El pasado 19 de septiembre la comunidad de Hermanos Maristas de la ciudad de Pasto abrió las puertas de su casa para compartir una tarde llena de alegría con un grupo de jóvenes ex alumnos y estudiantes de los grados superiores. A pesar del frío pastuso pudimos vivir el “calor”, el espíritu de familia que nos caracteriza. Compartimos nuestras historias de vida y cómo el ser marista ha trasformado nuestra vida. Fue un encuentro que nos mostró que el sueño del Padre Champagnat se sigue haciendo realidad en nuestras vidas. Un abrazo fraternal desde la comunidad de Pasto.