ESCUELA NACIONAL DE LÍDERES MARISTAS


JÓVENES CON PASIÓN: ¡MARISTAS DE CORAZÓN!

Desde hace algunos años, la PIJM tiene como objetivo fundamental acompañar la vida de niños y jóvenes, quienes a su vez pueden convertirse en líderes transformadores de historias y apasionados por el Evangelio al estilo de Marcelino Champagnat. Con ese horizonte en el camino, realizamos la Escuela Nacional de Líderes Maristas, una experiencia formativa y de encuentro juvenil,  que brinda herramientas prácticas para poner al servicio de los demás, teniendo como referente el proyecto de vida  de cada uno, con un tinte especial: Descubrir a Jesús en el día a día, al estilo de Champagnat, darlo a conocer a los demás y reconocer en María, Nuestra Buena Madre, la humildad, sencillez y modestia como aquellas virtudes que enriquecen el ser como persona.

El encuentro se realizó entre el 14 al 20 de julio; reunió a 190 jóvenes y 40 acompañantes de todo el país, en la ciudad de Armenia, quienes vivieron espacios de formación y capacitación,  y como una misma familia, nos alegramos al celebrar 125 años de presencia Marista en Colombia.

A continuación, presentamos la experiencia de tres participantes de esta escuela de líderes:

 

Luisa María Salas Franco

Colegio San Luis Gonzaga – Ex Alumna

Cali – Valle del Cauca

“La experiencia que viví en la Escuela de Líderes, fue inigualable, aunque ya he tenido la oportunidad de vivir algunos encuentros nacionales Maristas. El poder estar y participar en una experiencia como es la Escuela de Líderes, fue algo increíble, ya que esta vez no iba como participante, sino como acompañante; era asumir un reto más en mi vida y asumirlo como debía ser, con ganas y pasión por lo que se está haciendo. Cabe resaltar que el ambiente y las ganas que se ve por parte de los jóvenes al cantar las canciones Maristas, al hacer una Gymkana, o con el simple hecho de despertarse temprano para salir hacer ejercicio motiva mucho a seguir asumiendo retos y saber que todavía se cuenta con jóvenes líderes y con personas que les gusta llegar al final con la satisfacción de saber que lo hicieron bien.  Lo que queda, son ganas de seguir participando, de seguir viviendo este tipo de experiencias que te llenan la vida y que con la sonrisa de un joven o con la alegría que brota al cantar “Y se vive la vida” sea motivo de saber que estás haciendo las cosas bien”.

Juan Sebastián Azuero Ortiz

Colegio Champagnat – Estudiante

Bogotá – Colombia

“La verdad no pensaba que la escuela de líderes cambiara mi vida; sabía que cuando fui invitado a hacer parte de esta gran experiencia me habían seleccionado por que tenía potencial para ser líder marista, igual no le vi importancia a eso. Se llegó el día del viaje y yo muy emocionado me monte al bus con mis maletas porque sabía que iba a ser una semana inolvidable. Cuando llegamos hicieron una bienvenida para todos cantando las canciones maristas y con mucha rareza los mire a todos, cantaban como si estuvieran en un concierto de alguien muy famoso, y yo aplaudía simplemente sin saberme las canciones. Cuando nos dijeron que al siguiente día tocaba madrugar no me gustó mucho pero después de todo las “Gymkanas” de la mañana son las actividades que más me gustaron de la escuela de líderes. Nos dividieron por comunidades, a mí me tocó la numero seis, leí en la lista los nombres de los integrantes y ninguno lo conocía, solo el de una compañera de localidad. Cuando nos pusieron el reto de crear el nombre y el lema de la comunidad nos integramos mucho, reímos eligiendo nombres cuando por fin encontramos el perfecto… ANCLAMAR

Después de aquello todo fue muy bonito. Llego el momento de hablar sobre nuestras historias, nadie quiso empezar primero, cuando Laura se postuló voluntaria, su historia me hizo llorar mucho y me dije “es normal” pensando en que mis compañeros de localidad me dijeron que de allí no me iba sin llorar; Luego fue mi turno, fue muy duro contar todo pero lo hice, todos sin duda me apoyaron y eso me hizo muy feliz.

El momento de la despedida fue muy duro, no había llorado tanto en algún momento pasado, despedirme de todos fue muy difícil sobretodo de mi comunidad, de Valentina, Marcela, Laura, Pipe, María, Nicolás, Adrián, José, Marghi, Yicel y de nuestros acompañantes Daniela y el Hno. Hugo. Nos prometimos no perder contacto y si, lo cumpliremos. En verdad los extraño. Una experiencia así es inolvidable, cada momento y cada recuerdo vale oro y eso estará siempre con cada uno hasta el día de nuestra muerte. Nos hicieron crecer como personas, superar nuestros miedos y poder salir adelante, saber que hay caminos nuevos por recorrer y nunca estaremos solo.

Ahora vivo una realidad, mi realidad, totalmente diferente a lo que era antes del día 14 de Julio del 2014. Siempre que me preguntan sobre esta experiencia lo único que digo es: “Cambio mi vida”. Bueno, ahora me retiraré; mi comunidad me llama por Skype y eso me emociona. Saludos desde Bogotá a todas esas personas que me ayudaron a crecer”.

 

 

Manuela Beltrán Leguizamón

Colegio de Cristo – Estudiante

Manizales, Colombia

“Estaba llena de ansias y muchos sentimientos al querer  vivir una experiencia nueva, que por cierto creía iban a ser muy similar al resto de encuentros nacionales Maristas a los cuales había asistido. Me encontré con la sorpresa de vivir algo totalmente diferente, que me iba a llevar a algo más que conocer nuevas personas y pasarla rico por una semana.

Por fortuna, pude asistir a la escuela de líderes que me ayudó a crecer más en espíritu, a comprender  de una manera trascendental mi futuro y mi presente, a entender que se puede llegar a querer y hacer  parte significativa en un grupo de personas llamada comunidad, en una semana.

Por otra parte el  encuentro me hizo saber que primero se debe ser líder de nuestras vidas, luego de nuestras familias, y por último y no menos importante de nuestra sociedad. Me ayudó a entender que Jesús es mi único líder, y que Evangelizar no es solo orar. Esta escuela de líderes, la verdad,  empezó  desde el momento en que llegamos a nuestra localidad.”

No nos queda más que agradecer a todos aquellos que participaron de esta experiencia de encuentro, fraternidad, unión, familia y amor por el Evangelio al estilo Marista, especialmente a nuestros amigos de Ecuador y Venezuela con quienes unimos lazos y caminamos cada vez más como una sola provincia. Ahora, los exhortamos a seguir soñando un  mundo mejor, en donde somos protagonistas de grandes historias y nos fiamos de la protección de Nuestra Buena Madre para seguir gritando con voz potente: JÓVENES CON PASIÓN: ¡MARISTAS DE CORAZÓN!

 

Equipo Nacional de PIJM

Provincia Norandina

Colombia